En el mercado actual, el solape de plomo es considerado un material duradero e impermeable para proyectos de construcción y techado. Su naturaleza inherentemente maleable y flexible facilita su uso y lo hace adecuado para diversos tipos de techos. Debido a que el plomo es un metal no férrico y no reactivo, es naturalmente resistente a la corrosión y no se oxida. Desde un punto de vista estético, su acabado mate de color gris plateado complementa una variedad de materiales de construcción como vidrio, concreto y ladrillo. Estos mismos beneficios de resistencia al clima, junto con su densidad, también hacen que el plomo sea una opción compacta y resistente para contrapesos en maquinaria pesada de construcción. Por su densidad, el plomo también se utiliza como relleno en los martillos de pilones.